Nuestros requerimientos se detallan a continuación:

• El otorgamiento de una suma salarial de carácter remunerativo y bonificable para todos los docentes de la jurisdicción, lo antes posible. Ya sea que trabajen en escuelas con o sin aporte estatal.

• La revisión y revocatoria  de la arbitraria y discrecional resolución 2014-1386 de la SSPECD  que transgrede  de manera grosera el Acta Paritaria del 28 de febrero del corriente año. Recordemos que SADOP fue uno de los pocos gremios que cuestionó e impugno en sede administrativa aquella medida.

• El control y erradicación del trabajo no registrado  o  simulado de manera fraudulenta bajo otras figuras jurídicas en TODOS los niveles educativos, pero con especial énfasis en jardines maternales del nivel inicial y en los terciarios de carreras técnicas.

• La exigencia de mayor control del Estado para garantizar el trabajo decente y las condiciones medio ambientales, de seguridad e higiene que preserven la salud psicofísica de nuestros docentes y alumnos.

• Demandaremos también un sustancial incremento de las asignaciones familiares, congeladas desde hace por lo menos dos años. En este sentido es apropiado destacar que el gobierno nacional paga las mismas muy por arriba de lo que abona el GCABA ejercido por el PRO. El mantenimiento de esta situación profundiza la discriminación salarial de los trabajadores porteños. Desde un enfoque eminentemente jurídico, las normas locales o de menor jerarquía constitucional deberían como mínimo, equiparar a las nacionales, o sea las de mayor jerarquía. Recordemos que en un Estado Federal como el nuestro, las prescripciones normativas de su esfera deben ser el marco a partir del cual cada jurisdicción emula y/o mejora. Destacamos que el Estado Porteño percibe altos tributos y paga bajos salarios, un verdadero contra- sentido fiscalista ya que de esa manera se descuidan sus funciones esenciales como la salud y la educación.

• Por último, dejaremos inequívocamente expresada  la imperiosa necesidad de un nuevo acuerdo paritario porteño a partir del mes de febrero de 2015.

Será de exclusiva responsabilidad del gobierno de la ciudad el grado de conflictividad del próximo ciclo lectivo.

Nuestras expectativas y vocación de diálogo y negociación para arribar a acuerdos están intactas, dado ello esperamos que prime la racionalidad.